HISTORIA

La Comunidad de Regantes Las Casas - Los Corrales de Utiel es una entidad dedicada a la gestión y distribución de recursos hídricos para la agricultura en la región de Utiel, Valencia. Esta comunidad desempeña un papel crucial en la sostenibilidad y eficiencia del uso del agua, promoviendo prácticas agrícolas modernas y respetuosas con el medio ambiente.

La comunidad se distribuye en los términos municipales de Caudete de las Fuentes y Utiel, específicamente en las pedanías de Las Casas y Los Corrales. Actualmente está formada por un total de 348 socios comuneros, que aportan una superficie total de 1.975 hectáreas, de las cuales 1.972,37 hectáreas son superficie regable mediante riego por goteo.

Las parcelas están principalmente dedicadas al cultivo de vid, constituyendo este el cultivo predominante en la comunidad. Además, una menor proporción de la superficie se destina a cultivos de almendro y olivo, diversificando así la producción agrícola de la región y contribuyendo a la sostenibilidad económica de los agricultores.

La misión de la Comunidad de Regantes Las Casas - Los Corrales de Utiel es garantizar una gestión eficiente y sostenible del agua, proporcionando a los agricultores los recursos necesarios para mantener y mejorar sus cultivos. La visión de la comunidad es convertirse en un referente en la gestión hídrica sostenible, utilizando tecnologías avanzadas y promoviendo prácticas agrícolas responsables.

Gracias a la digitalización y a los sistemas de telegestión, los agricultores pueden optimizar el riego y reducir el desperdicio de agua. La comunidad promueve prácticas sostenibles que contribuyen a la conservación del medio ambiente. Además, los miembros reciben asesoramiento técnico y apoyo para la implementación de nuevas tecnologías y métodos de riego eficientes. 

La Comunidad de Regantes Las Casas - Los Corrales de Utiel sigue comprometida con la innovación y la mejora continua para asegurar la sostenibilidad y la productividad de la agricultura en la región. 

Los orígenes de Las Casas se remontan a tiempos históricos, concretamente a la época ibérica (antiguos edetanos) y la Románica (España citerior). En las inmediaciones de la aldea, concretamente en la ladera Umbría (Norte) de una colina se hallaron restos de enterramientos prehistóricos en forma de Cista sencillo sin ajuar funerario. Por toda el área hay abundantes restos de la colonización romana, con sus villas repartidas en varios parajes aprovechando ya entonces la fertilidad de estas tierras. Ha sido tierra fronteriza entre Castilla y Valencia. 

Durante la época medieval entra a formar parte de los reinos musulmanes y durante los siglos XI al XIII perteneció a la Tarifa de Valencia. La población permaneció firme y no desapareció y merced al tesón de los antiguos agricultores y ganaderos, resistieron a la despoblación y continuaron el viaje, persiguiendo sus sueños de convertir en una aldea del interior de la comarca Utiel-Requena. En aquellos tiempos era conocida como Las Casas de Lorén Ponce y en algunos documentos se le menciona como Casas de Oroponce y en la época contemporánea como Las Casas. En los siglos XIV y XV surgen por los parajes unas Dehesas de ganados, en consonancia con los ramales de veredas que se frecuentaban en la época para transhumancia ganadera desde tierras castellanas a latitudes más bajas. 

Posteriormente, en 1.848 en el reinado de Isabel II, juntamente con la aldea vecina de Los Corrales, se emanciparon del núcleo de Utiel formando un municipio independientemente a instaciones de D. Jaime Ramírez del Espuro, aventura que concluyó en el 9 de enero de 1.851. La población fue en aumento en consonancia con las nuevas plantaciones y cultivo de la vid hasta pasada la mitad del siglo XX en que inició un lento despoblamiento por el generalizado éxodo rural hasta la actualidad en que la población se encuentra con cierta estabilidad, como consecuencia de las buenas comunicaciones para las más variadas necesidades y servicios: a 3km de la A3 que une Madrid con Valencia; a 7km de Utiel por la VP-5026 y a unos 4km de la N-330 hacia Teruel. En la actualidad, la aldea tiene un trazado urbano paralalelamente lineal, con calles paralelas y perpendiculares que revelan su trazado y crecimiento de población en la Edad Moderna y Contemporánea.